Remy es una compañía fundada en 1896 por los hermanos Frank y Perry Remy, líder mundial en la fabricación y reconstrucción de motores de arranque, alternadores, sistemas start-stop, pinzas de freno, direcciones (hidráulicas y eléctricas) y bombas de dirección y discos y pastillas de freno para vehículos industriales, turismos, maquinarias de obras públicas y motores marinos. Su sede principal está en Pendlenton (Indiana-USA) y cuenta con operaciones en los cinco continentes, su sede central europea está en Bruselas.
Esta firma reconocida como un fabricante de O.E. y O.E.S. a nivel mundial y con una ingeniería propia diseñada específicamente para la “fabricación y reconstrucción” de sus máquinas eléctricas con procesos de fabricación que aseguran en cada pieza los más altos estándares de O.E. (Hay que aclarar que en el mercado existen piezas denominadas como reconstruidas, reparadas y recuperadas).
En concreto, en Remy se dedican a las piezas reconstruidas, piezas usadas que cuando llegan al fabricante se desmontan en su totalidad para proceder a la sustitución de los componentes dañados pero también, y esto es muy importante, al remplazo de todos los componentes sometidos a desgaste, utilizando componentes de primera calidad, una vez ensamblada la pieza. Cada unidad es totalmente chequeada y sometida a sofisticados test de calidad de forma que el cliente puede estar seguro de que cuando compra un producto Remy está recibiendo un producto con los mismos estándares exigidos por el O.E. y respaldado por unas garantías de dos años al igual que las piezas nuevas.
La normativa medioambiental y una creciente concienciación acerca de los beneficios ambientales y económicos de los productos remanufacturados, potencia aún más el crecimiento de este segmento. Para producir una pieza reman sólo se invierte el 55% de la energía para fabricar una pieza nueva.
Como se ha mencionado, en el mercado también existen las piezas llamadas reparadas (piezas a las que solo se les cambia el componente dañado) piezas recuperadas o recambios usados (generalmente procedentes de desguaces) en las que el correcto funcionamiento y longevidad de la pieza es asumido por el dueño del vehículo en el caso de ser instalada por un taller. En la mayoría de los casos los centros mecánicos no se hacen responsables de la garantía o de posibles daños colaterales.
Por otro lado, con la aparición y proliferación de unidades nuevas (copias) que, en muchos casos, no dan la misma calidad que un producto reman, y en consecuencia malas experiencias, el mercado está volviendo a demandar producto reconstruido. Por último, los nuevos y complejos componentes usados en automoción, basados principalmente en la electrónica, exigen una alta tecnología que solo proveedores de alto nivel en equipo original como Remy pueden tener la capacidad y los recursos para seguir las últimas novedades.
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